jueves, 23 de septiembre de 2010

ARTISTA CON ALTURA

Mientras su padre, Jesús María, entonaba dulces melodías en su guitarra clásica, su madre se entretenía con los oficios domésticos y sus hermanos jugaban hasta el cansancio, Cristina Melgarejo, a sus 8 años se trepaba en los tejados de las casonas de Chapinero en busca de los misterios que encerraba el cielo salpicado de estrellas. "Las alturas siempre me han atraído porque poseen un encanto especial", dice esta autodidacta pintora bogotana que no dice su edad por vanidad.
Por eso Cristina no se asustó cuando en diciembre del año pasado se bamboleaba como una guirnalda en el andamio que levantaron para que con sus manos de artista, diseñara en una de las bodegas de Corabastos el mural Mercado, de doce metros de largo por siete de alto. Por primera vez en su 25 años de carrera artística aceptó realizar una obra de esta envergadura como homenaje a los campesinos colombianos y queriendo significar que una ruana tiene tanto valor como una corbata. En esta tarea que comenzó el 4 de diciembre y culminó el 16 de febrero pasado, trabajando ocho horas diarias, le ayudó su hijo Rafael Andrés que heredó de su madre el gusto por el arte. "En medio del cansancio veía como los comerciantes, los coquetos y demás curiosos se detenían a contemplar mi trabajo y eso me emocionaba. Al principio fue un reto grande porque cuando vi esa pared blanca, me sentí ante un desierto", dice. Cristina plasmó en el mural más de cien figuras humanas, además de ruanas, canastos y corroscas (sombreros) y unos cerros que al final se fusionaban en un sensible romance con el cielo.
Su talento la ha llevado a realizar exposiciones en España, Italia, Estados Unidos, Perú y Honduras con obras que generalmente reflejan aspectos sociales. "Claro que cuando fui voluntaria del San Juan de Dios, drené mi corazón porque conocí el dolor de las personas de la más baja condición. Pinte cuadros de prostitutas", afirma esta mujer que se prepara para realizar otro mural en pocas semanas, allí mismo en Corabastos, pero esta vez en homenaje a los niños.
Cristina Melgarejo dice que a través de la pintura encuentra la mejor manera de comunicarse con el mundo. Es una artista que muere por los temas sociales.
Miguel Menéndez / EL TIEMPO  -  eltiempo.com / archivo